HABLAR DE BODEGAS CÉSAR DEL RÍO, es hablar de su fundador, mi padre y el que da nombre a nuestra bodega. César fundó la bodega en 1988 con el objetivo de comercializar sus vinos. Valores como la dedicación y el amor a su tierra han conseguido que sus vinos hayan obtenido premios nacionales e internacionales, así como el reconocimiento de sus clientes. Mi responsabilidad, como segunda generación, es transmitir este legado y dar continuidad a nuestro proyecto en un mundo cada vez más cambiante.
Y tú ¿en qué inviertes tus latidos?
Pasión, corazón, esfuerzo. Esta frase es la protagonista de uno de mis vinos más personales, Liberatus. Este 2022 me he embarcado en un nuevo proyecto, en el que he invertido todo mi tiempo y dedicación y en el que he contado con la ayuda de una persona muy especial, mi tío Antonio del Río, cuya experiencia y buen hacer ha sido determinante a la hora de que saliera a la luz.
Cada vino cuenta una historia, y queremos que forméis parte de ella.