1988

El comienzo

La familia del Río, generación tras generación, ha sido reconocida por su dedicación a la elaboración de vino en su pueblo, Cordovín. Nuestros antepasados ya cultivaron viñedos con pasión y conocimiento, creando sus propios vinos. Pero no fue hasta 1988 cuando César del Río decidió comercializar sus vinos bajo su marca propia.

Su objetivo era ofrecer al mundo vinos únicos que capturaran la esencia y el carácter de su tierra. Para lograrlo, se centró en los claretes de Viura y garnacha consiguiendo gran aceptación y personalidad que le dio gran reconocimiento en la influencia de este tipo de vinos.

1996

Consolidación

En 1996, César del Río decidió expandir su gama de vinos, con su blanco viura 100% y sus tintos de maceración carbónica, a los que le siguieron un clarete y un blanco fermentado en barrica, premiado en el concurso de cosecheros de La Rioja.

Con el tiempo, la marca propia de César del Río se ha convertido en sinónimo de calidad con unos principios muy claros, el cariño por sus vinos y el trabajo bien hecho. Su dedicación en el viñedo y la atención meticulosa en cada paso del proceso de elaboración le han convertido en una marca asentada dentro del sector. El respeto por la tradición, combinado con la pasión por la innovación, es el sello distintivo de los vinos de César del Río.

2003

Nueva generación

La vendimia del 2003 fue un hito importante para la bodega de la familia del Río, marcando el comienzo de una nueva etapa liderada por Iván del Río, un joven lleno de ilusión y un enfoque más actualizado en la elaboración y comercialización del vino. Después de completar sus estudios como técnico en elaboración y marketing del vino, Iván se unió al proyecto familiar con el deseo de llevar sus vinos a nuevas alturas.

Comenzó a aplicar técnicas innovadoras en la vinificación, aprovechando su formación especializada para mejorar la calidad y la consistencia de los vinos. Su visión estratégica en el marketing del vino también jugó un papel fundamental en la expansión y reconocimiento de la marca de la familia.

2012

Vinos especiales

En el año 2012, después de un minucioso trabajo de catalogación de los viñedos, Iván del Río decide elaborar su primer vino, Yursun Blanco de lágrima, y fruto de esa catalogación también surgió Yusun Rosé de lágrima. Ambos vinos han conseguido varios reconocimientos nacionales e internacionales como Decanter World Wine Awards, testimonio del arduo trabajo y el compromiso de la familia con la calidad.

En la actualidad se centra en nuevos vinos parcela, tintos de garnacha y ediciones limitadas como Libetatus.

La historia de la familia del Río es una historia de tradición, valentía y búsqueda de la excelencia. Su legado perdurará en cada sorbo de sus vinos, llevando consigo el espíritu de una familia apasionada y comprometida con la creación de vinos excepcionales.